Obsesionario de moda #2: Bob Honors, director creativo de Tramando, y el deporte
Una entrevista al director creativo de Tramando sobre su obsesión con el deporte.
Mariposa.
En su edición del 12 de junio de 1948, The New Yorker publicó un artículo —Butterflies— en el que Vladimir Nabokov —escritor, traductor, entomólogo— relataba su vida como lepidopterólogo. Le-pi-dop-te-ró-lo-go: la punta de la lengua emprende un viaje de siete pasos desde el borde del paladar para terminar, en el séptimo, suspendida en el aire. Le. Pi. Dop. Te. Ró. Lo. Go. Un estudioso, un coleccionista. Un coleccionista de mariposas.
Nos encontramos, por casualidad, hace dos años. Lo leí sorprendida, aliviada: venía de abandonar un cuento —no recuerdo cuál— de Mariana Enriquez —tuve miedo— y me encontraba, en esa época, en búsqueda de una fórmula, un motivo para domesticar mi obsesión —con la palabra, la ciencia, la ropa—. “Confieso que no creo en el tiempo. (…) Y el mayor disfrute de la atemporalidad —en un paisaje seleccionado al azar— es cuando me encuentro entre mariposas raras y sus plantas alimenticias. Esto es el éxtasis (…)”, escribe Nabokov hacia el final del texto. El éxtasis. Yo lo llamo obsesión.

Pienso constantemente en el tópico de las obsesiones. Escribo y hablo sobre ellas todo el tiempo, hasta cuando no lo hago. Se filtran, perforan, penetran en todo, se han vuelto mis ojos a pesar de ser contradictorias, reiterativas. Incluso me atrevo a decir que son necesarias, esenciales, fundamentales: lo más importante del mundo. “Me obsesionan, por suerte, muchas cosas”, dijo hace poco Mariana Enriquez —no tengo más miedo— y, por suerte, a mí también. Dice, además, que la obsesiona más la música que la literatura. Y pienso, porque me obsesionan las listas, en las mariposas de Nabokov; en la música que escucha Mariana; y en los deportes —todos— que obsesionan a Bob Honors, director creativo de Tramando y creador de FAGinSPORTS, una cuenta de, y cito, “sport news, style & homosexuality”.
Nos reunimos un viernes por la tarde, llovía y hacía frío, a hablar, por primera vez, no de ropa. Sabía de su cuenta —la sigo fascinada hace tiempo—, de su deseo adolescente de ser periodista deportivo, de su trabajo en la firma de Churba —en Google podrán encontrar mis elogios—, de su paso breve por la arquitectura —se aburrió— y de su trabajo como docente. No conocía, sin embargo, su obsesión.
Tuvimos una conversación desordenada, neurótica, sobre el deporte; sobre por qué el deporte y no, por ejemplo, la música o las mariposas; sobre sus deportistas favoritas; sobre su deseo de vestir a la delegación olímpica argentina; sobre el cuerpo y su relación con las prendas que habita; sobre la masculinidad tóxica, la amenaza de muerte latente en la gimnasia artística y, entre otras cosas, sobre su deseo de difundir la práctica del deporte, de hacerla fashion, de hacerla verdaderamente pop. De ella salió lo siguiente.
¿Por qué no seguiste la carrera de periodista deportivo?
BH: En Argentina uno solo puede hablar de fútbol y ese no era mi camino. Siempre tuve una obsesión muy grande con el deporte. A la hora de terminar la secundaria, si bien iba a estudiar arquitectura, tenía muchas ganas de estudiar periodismo deportivo y todo lo que encontré era para ser relator de fútbol. No había un lugar para estudiar el deporte desde otro lugar y también es un ambiente muy masculino para mi gusto.
Estudié arquitectura un año y me aburría tanto que me cambié a indumentaria que era algo que siempre quise hacer pero por una cuestión de profesionalismo o de vergüenza no elegí. O sea, me fui a arquitectura porque tiene una salida laboral más sencilla pero no era lo que me interesaba.
¿A qué te referís con un ambiente muy masculino para tu gusto?
BH: Practiqué gimnasia artística desde los cinco a los doce y después tuve otra etapa de grande. Es un deporte muy difícil y con riesgo tangible de muerte pero si lo hacés, como es una disciplina artística y tiene mucha conexión con lo femenino, sos el más mariposa del mundo. Por eso mi cuenta se llama FAGinSPORTS (@fagin_sports): me parece muy gracioso ser un puto tan embebido en el deporte.
Además, creo que tiene que ver mucho con lo cultural del fútbol acá: es una cuestión espiritual que no comparto pero como deporte lo miro. El resto de los deportes son hermosos, no tienen tantas trivialidades expuestas y no está esa energía masculina que me repele muchísimo.
¿Por qué el deporte?
BH: Tengo dos respuestas para esto: una más poética y otra más tangible. Lo tangible es que hice deporte toda mi vida y mi familia siempre apoyó la práctica deportiva. Hacer deporte todo el tiempo e ir a competencias me llevó a estar siempre mirando.
Por otro lado, cuando tenía 12 años mi familia estaba en una situación muy hostil en lo económico y estaba sufriendo muchísimo bullying en el colegio y, de repente, aparecieron los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 en la televisión y yo me refugié en eso. Siempre digo que los deportes me salvaron la vida.
Estaba Gonzalo Bonadeo en la tele y como eran vacaciones de invierno lo miraba todo el día. Ahí también empezó mi obsesión con las estadísticas, los resultados, conocer los deportistas, el fixture de las competencias. Es algo que hago habitualmente: yo llego a casa y me fijo qué deporte puedo ver. Es una obsesión.
¿En qué lugar se encuentran tu vida profesional y tu obsesión?
BH: Las referencias que tengo no son referencias de moda. Eso me gusta porque para buscar información no voy directamente a la vestimenta comercial sino a otro tipo de referencias —un trineo, un patín, deportistas como Gabriela Sabatini, Yelena Pronovova, Florence Griffith-Joyner (Flo-Jo) o Nadia Comăneci que son unas diosas—. Mi pasión es el deporte y mi manera de comunicarme, mi lenguaje, es la ropa.
De una modo más abstracto, en “Alto Rendimiento”, la primera colección que considero mía de Tramando y la primera de pandemia, todas las molderías estaban hechas respecto a cómo gira el cuerpo en el aire de una gimnasta. Entonces por una parte hay una referencia directa y por otra un costado más teórico sobre cómo generar una moldería en base al movimiento del cuerpo de una persona que está realizando deporte.
¿Me podrías contar más sobre tu forma de pensar el cuerpo dentro de tu filosofía de diseño?
BH: Siempre imagino cómo se vería la ropa que hago en Tramando en un contexto deportivo. La manera en la que trabajo la estampa también está ligada al deporte. Pero sobre todo tiene mucho que ver con el momento en el que uno está empezando a producir la ropa y la empieza a habitar y a ver cómo se mueve, cómo performa en la vida.
¿Te gustaría diseñar ropa deportiva?
BH: No sé si me gustaría diseñar ropa deportiva, sí me gustaría hacer el equipo deportivo con el que entra la delegación argentina en el desfile de las naciones de los Juegos Olímpicos de París.
¿Por qué sentiste la necesidad de crear FAGinSPORTS y mostrar públicamente esta faceta? ¿Hacia dónde te gustaría llevarlo?
BH: Fue en la pandemia. Los Juegos Olímpicos de Tokio iban a ser en el 2020 y los suspendieron y encontré en eso la manera de sacar esa energía que venía acumulando hace cuatro años.
En cuanto al futuro, me gustaría participar del deporte de una manera más real. Además de que me gustaría diseñar del tracksuit argentino, me anoté para ser voluntario en los JJOO el año que viene.
Por otra parte, la practica del deporte me parece muy importante y me encantaría ponerla en un lugar más pop. Quiero poner el deporte de moda. No sé si me dedicaría a la dirigencia pero el deporte argentino es excelente y como no está profesionalizado tiene muy pocas oportunidades: no puede ser que el fútbol tenga tanto presupuesto y quieran vender el CeNARD.
Todo lo que necesito es moda, champagne y…
Esta prenda👕: este mega maxi trench gris de Tramando o tal vez este trench estampado. Mi Barbienheimer.
Este libro📚: Persecución de Joyce Carol Oates estuvo a punto de matarme de la angustia. Recomiendo.
Esta cuenta de Instagram📱: no puedo decidir entre FAGinSPORTS y el perfil de Bob Honors así que van ambas.
Esta película🎥: la física está en el podio de mis obsesiones así que, obviamente, tengo que decir Oppenheimer. Salí del cine tan acelerada que tuve insomnio.
Gracias por leerme. Estoy siempre en Instagram, Twitter y en pola@revistapola.com para sus consultas, comentarios y potenciales insultos. Les deseo una excelente semana.