Las críticas a la Met Gala y la victoria del periodismo tradicional
Datos de la Met Gala, planteos existenciales, opiniones controversiales y los 15 mejores looks de la noche.
Dos horas y treinta y ocho minutos dura la lista de reproducción que el MET encargó para “Karl Lagerfeld: A Line of Beauty”, la nueva muestra del Costume Institute. El Metropolitan Museum of Art de Nueva York está ubicado en el número 1000 de la 5ta Avenida, código postal: 10028. Dua Lipa usó, en la última Met Gala, unos $10 millones de dólares en diamantes de Tiffany & Co. El Costume Institute se dedica a la investigación y preservación de la moda, albergando más de 33 mil ítems que van temporalmente del siglo XV al XXI; el año pasado, la Met Gala recaudó alrededor de $17.4 millones de dólares destinados a financiarlo.
Cuando tenía 6 años fui por primera vez al Museo del Aire y el Espacio del Smithsonian en Washington y vi el traje que usó Neil Armstrong en su misión a la luna. Lo recuerdo vívidamente porque soñaba con ser científica. Fue, lo que se dice un gran shock emocional para mí, a la altura de una canción, una película, un libro, una obra de teatro, pero jamás se me ocurrió decir que era arte.
En 1974, un traje de astronauta llevaba, según la NASA, unas 5 mil horas de trabajo y costaba entre $15 y $22 millones de dólares, unos $150 millones de dólares al día de hoy. Pero nadie lo anda llamando arte como a los vestidos de haute couture: si no es arte el primer traje en pisar la luna, una momia o una rata gigante fosilizada, ¿por qué sería arte un vestido de Chanel? Déjense de joder.
La moda es un espejo del presente y es la indumentaria la que lleva el nombre, la eme mayúscula, de Moda sencillamente porque ella define el funcionamiento del sistema. Al fin y al cabo es eso: un sistema. No creo que la Moda sea arte, ni creo que las prendas existan para estar estáticas, asépticas, herméticas, expuestas en un museo de arte como obras de arte. Pero sí como objetos de uso cotidiano, como testimonios, como recuerdos. Su historia, o bien su archivo y la preservación de este archivo, es tan importante como el de cualquier otro pedacito de pasado. Un termo Lumilagro y un vestido son, a los hechos, la misma cosa.
La Met Gala responde, en última instancia, a la importancia y a la necesidad de proteger y ampliar el patrimonio del Costume Institute de Nueva York. Fue creada en 1948 por Eleanor Lambert, una famosa publicista y fundadora del instituto como una gala de recaudación, y sigue siéndolo hoy en día: su gran alcance mediático, además de generar ingresos para muchos otros actores, prolonga la existencia del único departamento en el Metropolitan Museum que tiene que financiarse íntegramente a sí mismo.
Su última muestra, “Karl Lagerfeld: A Line of Beauty”, de la que también se desprende la temática de esta gala, es un recorrido por la evolución de los dibujos del diseñador alemán Karl Lagerfeld en su paso por —fundamentalmente— Chloé, Fendi, Chanel y su línea homónima y la traducción de estos a piezas tridimensionales. Andrew Bolton, curador de la exhibición, revisó 10 mil diseños para dar con los 200 que aparecen ubicados, junto a sus bocetos, en una disposición orquestada por el arquitecto japonés Tadao Ando.
Dice Bolton que la inspiración, la línea que rige la exhibición, apareció en el servicio funeral de Karl: “Entre los oradores se encontraban algunos de los premières de atelier con los que había trabajado durante años (…) y estas eran las personas con las que más trabajaba para traducir su diseño en ropa”. Y allí se encontraba el vínculo, el punto de contacto, el lenguaje de Lagerfeld: sus bocetos: “Lo dibujaba todo. Siempre decía que sabía dibujar antes que hablar o caminar”.
Por fuera de que no pude ir al Met a ver la muestra —estoy en Buenos Aires y todavía no tengo un sponsor para esas locuras— esta crítica de Vanessa Friedman en el New York Times la condensa bien ya que, además de hacer un detalle de la exhibición, plantea el gran debate: si Karl Lagerfeld era gordofóbico, misógino, racista, y en general bastante desagradable, ¿por qué se lo celebra?
Puede resultar extraño pero mi conclusión principal sobre el tema es que el periodismo tradicional es de vital importancia ya que, en medio de un clima digital de delirio colectivo, denuncia, cancelación, teorías conspirativas sobre protestas inexistentes y furia performativa, los periodistas especializados fueron los únicos con un gramo de lucidez. A grandes rasgos, prácticamente todas las opiniones que cuentan —¿la mía también?— fueron similares y van de la siguiente manera.
Hace unos meses la editorial Puffin Books anunció la reescritura de la obra de Roald Dahl con el objetivo de eliminar el lenguaje ofensivo de libros como Matilda y Charlie y la fábrica de chocolate. Los gritos de censura y las soluciones alternativas —tan alocadas como agregar explicaciones— inundaron las redes. Creo yo, y muchos otros especialistas, que con Lagerfeld valen las mismas reglas: su contribución a la moda —aunque no sea una de mis favoritas— es innegable, y por ese motivo es completamente razonable hacer una exposición que divulgue su carrera.
El error, o el desperdicio, está en que la muestra elige obviar, con el pretexto de hablar del diseñador y no de la persona, que el tipo habría sido… cuestionable. Resulta algo extraño, inquietante, tal falta de responsabilidad en una institución destinada a proteger la memoria. O sea, digamos, no es necesario volverlo a matar, solo es necesario ser un tanto más cro-má-ti-co: exhibir la luz y exhibir la oscuridad.
Ah, y si bien ya lo adelanté vía Twitter, aquí tienen mis 15 looks favoritos de la Met Gala. Enjoy.
Dua Lipa en Chanel Couture FW9
Rihanna en Valentino
Nicole Kidman en el Chanel rosa que uso en el ad/corto No. 5 The Film (2004) dirigido por Baz Luhrman
Anne Hathaway en Versace
Gisele Bündchen en el Chanel Couture que usó en una editorial de Harper's Bazaar Korea en 2007 fotografiada por Karl Lagerfeld
Liu Wen en Tory Burch
Maya Hawke en Prada
Bad Bunny en Jacquemus
Bella Ramsay en Thom Browne
Jenna Ortega en Thom Browne
Olivia Rodrigo en Thom Browne
Alexa Chung en Róisín Pierce
Conan Gray en Thom Browne
Jordan Roth en Schiaparelli
Como hoy estuvimos numéricos, algunos datos: es la 11va edición de Moda & Champagne y ya somos casi 2 700 suscriptores. En total, Moda & Champagne ya tuvo más de 50 mil visualizaciones, siendo este el post más leído. Alrededor del 60% de las personas que reciben uno de estos mails los abren. Como vos.
Estoy siempre en Instagram, Twitter y en pola@revistapola.com. Además, estoy re inaugurando mi canal de YouTube, así que suscríbanse que pronto habrá novedades. Les deseo un excelente fin de semana y nos vemos el viernes próximo. Ah, y el miércoles para un aperitivo (¡en la última edición hablamos de las It Girls!).
Posdata: me quedé pensando en lo que quieren hacer con Roald Dahl y decidí dejarles una advertencia por escrito: volveré del infierno para tirarle de las patas al que intente reescribirme en el futuro cuando ya esté muerta y tenga muchos libros publicados. El que avisa…
Me encanta que siempre que termino de leer esta edición se me viene a la mente lo mismo: " no lo había pensado de esa manera" gracias revistapola todos los días son un nuevo aprendizaje <3